Martha Rosler: "Semiotics of the Kitchen" (1975)
En la planta superior del Centro José Guerrero el concepto de cocina ha de entenderse de una forma compleja. Por un lado se refiere al espacio físico, a las dependencias habilitadas en las casas para guisar y también a la preparación de los alimentos. Por extensión, cocina alude asimismo a la práctica gastronómica, es decir al conjunto de conocimientos sobre lo que significa el comer bien y los usos sociales y económicos que se desprenden de todo ello. A nadie se le oculta que la cocina y el cocinar son nociones que han estado vinculadas tradicionalmente a las mujeres. Todavía hoy lo están, a pesar de algunos cambios, de ahí que en esta planta la lectura de género sea imprescindible. Obviamente, en la obra de Rosler se cuestionan las normas y convenciones machistas; un buen ejemplo lo ofrece el vídeo titulado Semiotics of the Kitchen (Semiótica de la cocina), de 1974, una de las obras más conocidas y expuestas de Rosler.
En ella, la propia artista utiliza dos herramientas: el lenguaje oral y el objeto físico. Mientras empuña con rostro serio distintos utensilios de cocina, Rosler pronuncia el nombre de cada uno de ellos acompañado de un gesto harto gráfico que añade sentido a lo propuesto por la artista. El santificado espacio de la cocina, concebido en exclusiva para la mujer, se transforma aquí en un lugar de crítica y de ironía (incluso de humor), sobre todo a la hora de poner en solfa la supuesta realización personal que las mujeres obtendrían de unas prácticas domésticas a las que se ven constreñidas socialmente.
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